Aquí Taika Waititi nos cae genial. Para nosotros es un soplo de aire fresco, alguien con un dinamismo espectacular que además está tocado por las musas. Y está como una regadera, lo cual es un plus. Por eso la redacción entera[1] de Lo extraño y lo maravilloso se ha puesto a dar gritos de júbilo[2] […]